Quizá DEBERÍAS LEER ANTES LA PRIMERA PARTE NO?
Después de terminar el primer nivel pasaron mas de 3 meses hasta que a mitad de junio hicimos unas practicas de dos días también en Madrid.
En esos 3 meses tuve una lucha interna considerable, es lógico, el nivel de cambios personales era muy grande y las experiencias vividas bastante impresionantes para mí. Como ejemplo en esas fechas me enfrenté con problemas de falta de concentración e incluso de ansiedad.
Esta vez ‘me enfrente’ al viaje en tren (así era mi forma de hablar ¿y de pensar?) y aproveche el tiempo repasando lo que vivimos en la semana del primer nivel. Las practicas fueron mas de lo mismo practicar, practicar y practicar. Al llegar la inmersión fue bastante rápida, después de un par de rondas de entrevistas ya estaba totalmente metido en materia ¡¡después de tres meses!!, es como cuando aprendes a montar en bicicleta, ya no lo olvidas aunque pase mucho tiempo, simplemente das pedales y tu cuerpo se acuerda de como hay que hacerlo. Fueron dos días muy chulos, trabajando unos con otros atendiendo a lo Que hacíamos y también al Como y al Porque de cada uno de nuestras acciones y decisiones.
Y finalmente llego ‘la semana’ fue una experiencia apasionante, supero con creces mis expectativas y alcance lo que andaba buscando… así lo conté en su momento.
El segundo nivel lo impartió John McWhirter con la traducción de Tim. Lo que ocurrió en esos siete días en la playa de Albir fue que poco a poco fuimos integrando cada uno de nosotros las habilidades que se nos proponía. A fuerza de trabajo, reflexión y de nuevo acción para notar que es lo que ocurría y volver a confirmarlo. Casi sin darnos cuenta fuimos construyendo sobre los cimientos de lo vivido y aprendido en el primer nivel, una forma de actuar en nuestro desempeño como coachs, comenzamos a trabajar según nuestro modelo, cada uno estaba interpretando los mismos hechos de forma particular. En definitiva recuerdo claramente mi viaje de vuelta y recuerdo que en ese momento supe que podía comenzar a trabajar como coach, con supervisión por supuesto.
Sin embargo como ya conté por aquí, inicie en ese momento un nuevo proyecto que duro hasta hace pocas semanas y mi implicación era tal que impedía otras actividades. Y luego la organización del Iniciador en Ontinyent. Y finalmente termine el curso de coach con la supervision final en un fin de semana de nuevo en la playa de Albir.
En la supervisión me lo pase estupendamente, ya no acudía como en el primer nivel, con infinita curiosidad por saber de que iba esto, ni como en el segundo nivel, con cierta ansiedad y preocupación por aprovechar al máximo la experiencia. Esta vez fui simplemente a disfrutar y eso es básicamente lo que ocurrió, lo pase genial. Trabajamos los distintos niveles de supervisión al tiempo que supervisábamos nuestra labor como coachs, incluso supervisamos la forma en que medíamos nuestra supervisión, jaja, es nuestra jerga. Que bueno. Muy buenos recuerdos de todos los asistentes, sobre todo de las chicas con las que trabaje ese finde.
Ese domingo antes de comenzar las clases, al fin alcance otra ‘cima’ que se me resistía: en la semana de julio en Albir, estábamos en un hotel la playa.
Intente en un par de ocasiones llegar al faro, pero en ambas me ocurrió que a mitad de camino tuve que decidir entre llegar al faro y también llegar tarde al curso o dejarlo para otro día en el que me levantase mas temprano.
Esta último fin de semana estuvimos en otro hotel ¡mas cerca del faro! Y sobre todo mas arriba, la subida inicial era mortal, así que nada cogí la llave del hotel y el movil para ver la hora y me fui arriba, y cuando llegué amaneció, os dejo con el resto de las fotos.